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Los ataques informáticos pasan cada vez más a menudo y sirven de alerta a algo imprescindible: hay que saber reconocer un intento de Phishing y saber cuál es la mejor forma de proteger nuestros datos online. ¿Tienes dudas? Atención a esto.
Es trending topic: los ciberataques pasan todos los días, de maneras muy distintas. A lo largo de los últimos años, hemos asistido a ataques informáticos a bancos, entidades del gobierno, marcas y empresas de todo el tipo, alertándonos para algo fundamental: hay un camino largo por delante en ciberseguridad, pero es fundamental saber reconocer y protegerse de ataques de Phishing a los días de hoy.
Tal como ha sido identificado en el periódico El Mundo, España sufre cerca de 40.000 ataques diarios, con administradores y pymes entre los objetivos más vulnerables. Según la compañía de seguridad en la nube Datos 101, “los ataques informáticos han crecido un 125%” en solamente un año, cifras alarmantes a primera vista.
La verdad es que todos los consumidores digitales fueran o han estado a punto de ser víctimas de estafa en algún momento. El secreto es universal: hay que estar alerta, informado y utilizar trucos sencillos, pero muy eficaces.
“Efecto de bola de nieve”: el impacto de las ciberamenazas en las marcas…Y en los consumidores
Los ciberataques destruyen una marca, pero también la confianza de los consumidores. Los bancos son, por norma, los objetivos más apetecibles para los hackers. En Libro de Quejas, Margarita Lopategui presentó una reclamación sobre una estafa hecha por parte del Banco Santander: “El pasado 14/09/2021, me sustrajeron de mi cuenta 1.975,91€. Ayer recibí un e-mail del banco denegando la devolución del importe, alegando que fue una operación autorizada por mí.”
El tema es: cuando un consumidor acepta la Política de Privacidad de Datos y hay una apropiación de estos por terceros – o incluso una clonación de tarjetas en el caso de los bancos - pierde total confianza en la entidad. Asimismo, la empresa, marca o entidad debe actuar inmediatamente y prestar un buen servicio al cliente.
De subrayar que, ni todos los ataques informáticos son visibles. En este punto, las marcas tienen un rol importante en la difusión del ataque, que sirve igualmente de alerta para posibles estafas o utilización indebida de los datos personales de sus clientes.
¿Crees qué estás siendo víctima de Phishing? Que hacer
Contraseñas seguras, que actualizas a menudo: tener la misma contraseña para todo te convierte en un objetivo fácil. Hoy en día, hay formas de generar claves seguras – a través de plataformas como el Lastpass.com o el 1password, por ejemplo – que te permiten guardar tus contraseñas seguras y generadas por Google.
No compartas información confidencial por mensaje o WhatsApp: datos de la tarjeta de crédito, tú BIC, IBAN o SWIFT, contraseñas personales o de trabajo u otro tipo de información personal nunca debe ir en un mensaje o por WhatsApp. Puedes optar por compartir parte de la clave por canales seguros como el Gmail, por ejemplo, y la otra a través de plataformas como la Drive o Dropbox.
Emisor supuestamente creíble, pero con mensaje de alerta: nunca abras este tipo de mensaje – que llega muchas veces en nombre de tu banco o de tu compañía de teléfono, por ejemplo – sobre todo si te invitan a compartir datos personales a través de un enlace. Los mensajes de alerta – aquellos que te dicen que tienes una deuda o algún pago en retraso - son trucos comunes en el mundo de los hackers. Aunque suene a alarma, antes de seguir tu impulso, piensa si realmente tienes alguna deuda en retraso con tu banco, compañía de teléfono u otra entidad. Si la respuesta es no, entra en contacto con ellos y explica lo que está pasando.
¿Un enlace dudoso por parte de una marca conocida? No hagas clic: si recibiste un mensaje por parte de una marca conocida, que te invita a que abras algún enlace, no lo hagas. En el caso de los enlaces web, ten siempre en cuenta si son oficiales y no duplicados. Una forma fácil y rápida de comprobarlo es ver si la web tiene el Certificado SSL (HTTPS y un candado antes del enlace).
En las redes sociales: la duplicación de perfiles de influencers y celebridades es práctica común. También no faltan perfiles falsos de “Giveaways”, que te invitan a suscribir servicios o a rellenar tus datos personales o de la tarjeta de crédito en plataformas desconocidas. En todos estos esquemas, hay algo que los denuncia: el discurso es dudoso, ya que muchas veces el ataque está hecho por hackers internacionales que no dominan el idioma. Eso sí, no tienen cualquier problema en pedirte que compartas información confidencial, así que ojo y mucho cuidado con quien sigues en las redes. Aquí, y una vez más, comprueba siempre si el perfil es real, a través de la cuenta autenticada.
En el caso de estafa financiera, aleta tu banco: ya por si, los bancos están atentos a posibles situaciones de estafa y, por ello, se han creado mecanismos de seguridad cada vez más complejos en la activación de tarjetas, por ejemplo. Sin embargo, la clonación de tarjetas o extravío de datos aún es un problema por arreglar. Si has sido víctima de Phishing, cancela inmediatamente todas tus tarjetas y habla con tu banco.
Si tienes dudas, denuncia: ¡visibilidad hace con el problema sea real! Tu reclamación en el Libro de Quejas alerta las marcas y entidades sobre lo que está pasando, pero también ayuda a los consumidores a estar al tanto del tema. Esto no solo les ayudará a evitar posibles estafas, como también te ayuda a ti a obtener una solución para el problema.
En cambio, tu reclamación llegará a la marca, que tendrá de pensar en formas de arreglar la situación. Desde un punto de vista de las marcas, aparte de una respuesta rápida y eficaz al consumidor, podrá tener sentido contemplar un refuerzo de la seguridad de la web, para que siga siendo segura para el usuario.
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