H10 Hotels - Experiencia olvidable

Hemos pasado (mi mujer, mi hijo y yo) cinco días en el hotel H10 Taburiente Playa, de La Palma (Canarias). Desde hace años, prácticamente todos desde que mi hijo cumplió un año hasta ahora en que tiene 21, he pasado unos días de vacaciones en Canarias, en casi todas las islas y diversos hoteles, y no tengo más remedio que afirmar que el H10 Taburiente Playa es el peor de todos, con diferencia, sin que el precio del viaje (vuelo + hotel) sea sustancialmente inferior al de otros años.
El estado del hotel era malo. En el baño no funcionaban los dispensadores, o se caían de la pared. Los muebles estaban avejentados por el uso. Las juntas del cristal de la puerta de la terraza presentaba zonas por donde se colaba el aire hasta el punto de obligarme a poner almohadas para taponar las entradas de aire (adjunto foto).
En cuanto al bufé de la cena, peor todavía. La comida para hacer en la plancha era poco variada (sólo un tipo de carne y otro de pescado, cuando lo habitual son al menos dos). La merluza eran rodajas de grosor y tamaño ridículos y aspecto de llevar congelada desde la República. En cuanto a la carne, en un alarde de variedad y generosidad, nos ofrecieron filetes de pechuga de pollo (lo mejor, hasta ese punto llegamos), chuletas de cerdo (dos veces en cinco días) y, justo el sábado en honor a día tan principal, una hamburguesa pequeña y delgada, de aspecto triste, un antídoto contrala gula. ¡En ningún supermercado o tienda de barrio había visto nada peor! (por cierto pusimos una queja en recepción)
El resto de la comida era mediocre, nada que ver con un supuesto cuatro estrellas, y les aseguro que he conocido muchos.
Como había abundantes personas de edad avanzada, grupos de senderistas, equipos deportivos, etc, deduje, tal vez injustamente, que la patética calidad de la comida estaba destinada a compensar el bajo precio de las ofertas que se destinan a determinados colectivos, pero creo que si no consideran adecuado dar diferentes comidas a unos clientes o a otros, lo decente sería mantener el nivel para todos ellos, los que han pagado más y los que menos, no ofrecer un bufé lamentable a los que hemos pagado lo normal, sin rebajas ni subvención alguna.
No añadiré más aunque he dejado varias cutreces en el tintero.